De un absoluto caos, a una eficiencia impresionante
En las últimas semanas hemos visto una serie de artículos y escritos por gente inteligente, por gremios importantes, por líderes de opinión; en los que todos hablan de la voracidad con la que el presidente Correa ha actuado dentro de la justicia del país. Todos han criticado que el presidente tenga capacidades casi infalibles en manejar todas las instancias de poder del Ecuador. Han hablado de los medios de comunicación y su incapacidad de opinar o informar cosas que no tengan un espacio de comprensión en el complejo sistema de “entendimiento” del presidente Correa. En fin, he visto que con excepción de los mismos empleados del gobierno, todo el resto del país pensante ha quedado perplejo de los ataques mortales de Correa en contra de quienes él, en su magnánimo pensamiento perturbado, piensa que son sus enemigos.
Amigos, siendo yo un anticomunista y un ecuatoriano responsable que ha detestado a todo el aparataje de Correa desde que empezó a aparecer en la palestra política, debo decir que tal vez estamos equivocados todos, y que tal vez algo de bueno podría tener un comunista con aficiones de sibarita. Miren mi reflexión:
Ecuador ha tenido desde hace 30 años unos índices de manejo de la justicia por debajo de cualquier razón. La ineficiencia, la corrupción, la torpeza, la vagancia, la suciedad, la arrogancia, la mezquindad, la insolencia, el cretinismo y el absoluto pendejismo. Eso ha sido la justicia, pues encontramos detenidos a menores de edad, con dos años en una cárcel de menores, sin que el juicio haya empezado aún, y todo esto por robo de tomates o legumbres en un mercado capitalino. Vemos casos insólitos de violación y asesinato en donde se los mantiene a los criminales en cárceles de baja seguridad y se les premia con la estúpida ley de 2x1 (en inglés es “Buy One, Get One Free”) y se les da penas acumuladas con descuentos de la Calle Ipiales. Vemos miles y miles de casos que están esperando sentencia y han estado así desde hace varios años; esto no tiene palabras.
Por otro lado vemos, que desde que Correa decidió captar bajo su oficina ejecutiva a todos los poderes del Estado, los índices de eficiencia subieron de la noche a la mañana a niveles que ni en Suiza o en Holanda se podrían imaginar, y la historia sucede así:
Correa inventa un golpe de estado para levantar su propio ego y para que el votante ecuatoriano que típicamente tiene un coeficiente intelectual como el de “Einstein”, tenga una percepción de liderazgo mayor y lo beneficie a en las elecciones del plebiscito con su apoyo incondicional. Así sucedió, y vale la pena decir que Correa con la receta Chávez tiene un gran éxito político en esas masas votantes.
Los medios de comunicación salen a hacer la cobertura del pseudo golpe de Estado y a los 10 minutos son acallados por Correa y su maquinaria dictatorial. Correa, como es impulsivo y se cree más grande que Carlo Magno y más guapo que Rodolfo Valentino, no encuentra mejor solución que provocar a los policías (chapas para los que no entienden), y retarlos para que lo maten. Éstos, faltos de valentía y talento, no ejecutan la solicitud presidencial y no lo matan (grave error), y proceden a intercambiar con bombas lacrimógenas, tiros, vacas locas, guarichas, carameleros, enfermeros, voceadores, milicos, malabaristas y todo el circo a correr por sus vidas. El epílogo es que, como todo le iba saliendo mal a Correa, él ordena a los milicos que entren al hospital de la policía y rescaten al presidente, como si fuese una operación similar a la del Rescate de Entebe por los grupos israelitas de élite. Nada de eso sucedía, el perturbado e impertinente presidente estaba muy bien atendido en el hospital, pero él necesitaba una salida triunfal, un trofeo de este episodio; simplemente necesitaba material para sus aburridos programas sabatinos.
Emilio Palacio, un hombre de bien, simplemente dijo lo que sucedió en el 30-S y la orden que dio el presidente a los milicos para que “atarzanen” a los chapas a tiros y salven la humanidad de “su majestad”. Ustedes comprenderán que Palacio puso este relato en magníficas palabras que hacen una gran coherencia literaria y jamás hubiese utilizado los epítetos como chapas, milicos o el gran verbo atarzanar. Eso, justamente eso es lo que le mata a Correa, pues cuando un hombre muy superior a él en dotes intelectuales, escribe y describe lo que el presidente hizo por impulso e instinto poco acertado, y encima más lo hace con un valor descriptivo estupendo; pues Correa puede matar porque considera una ofensa, no el que alguien diga una mentira, sino el que alguien diga una verdad de una manera en que Correa jamás podría hacerlo. Ustedes saben que esta es una típica condición sicológica de psicópata no recuperado.
Palacio y Diario El Universo se hacen acreedores de una demanda por $40 millones de dólares por difamar a la persona de su majestad, Don Rafael I, de la rama de los Narco – Delgado. A Correa le gustó mucho esto de enjuiciar por difamación, pues ya lo hizo con el Banco del Pichincha y le fue bien, inclusive a Fidel Egas le tocó hacer un cheque para calmar la furia del presidente por la infamia cometida en su contra. Paralelamente la Asamblea otorgó licencia para “no tax payment” a quien recibiera una indemnización por difamación….oh sorpresa, Correa recibió el chequecito “tax free”.
Tratando de ser objetivos y tratando de ver lo bueno en las cosas, pues me gustaría que analicemos los cambios en eficiencia de administración de la justicia que han sucedido gracias a que Correa es ahora también el número uno en las Cortes Judiciales del país. Claro, su nombre no figura porque se vería feo, pero su sombra, su pluma y su “olor dictatorial” pulula en todos los corredores de la justicia. Me impresiona ver cómo un juicio en contra del Universo, con 5,000 páginas de contenido, pruebas, defensas, escritos, peritajes, testimonios, versos, poesía y novela; que bajo la estructura tradicional de justicia ecuatoriana podía haber durado entre 25 a 50 años en revisar, pues un brillante, brillantísimo e iluminado juez suplente, logró leer, revisar, entender (la parte más difícil para uno de estos), emitir criterio, juzgar y sentenciar en solamente 33 horas. Éste hombre debe ir a La Haya y convertirse en el rey de los jueces, es sin duda una inspiración divina la que fluyó sobre él logró escribir la sentencia que contiene 156 páginas. A veces creo que la inspiración no es tan divina, pero si viene de la majestuosidad de Correa, y el pago no será en la eternidad o en la otra vida, sino en esta mismo y en CASH.
En todo caso, y como sea que hubiese sido, que eficiencia tan brutal de la justicia ecuatoriana. Desde hoy, sugeriré a mis asociados que todos los contratos los firmen poniendo como domicilio para ventilar diferencias a las cortes del Ecuador, pues nada mejor que tener prontas y favorables respuestas. Todo es cuestión de difamar un chance a Correa y listo…. La justicia se mueve a la velocidad de la luz, igual que las neuronas de los votantes ecuatorianos al estilo “Einstein”.
Atentamente,
Pedro Oliva
Un Ecuatoriano Responsable
No comments:
Post a Comment