Ecuador era un país, ahora es un circo

Ecuador era un país, ahora es un circo.

He quedado perplejo de ver como ha concluido el proceso electoral de la segunda vuelta, a la cual llegamos mediante un acto obligatorio, poco patriótico e irresponsable; pues los electores pusieron en la recta final a Álvaro Noboa y a Rafael Correa.

El primero, el menos elaborado de los dos. Poco acertado en sus intervenciones, limitado en su lenguaje, simple de pensamiento y con carisma de magnate que no hizo su fortuna. Aires de filántropo con poca capacidad de capitalizar sus actos y gestos, quién poco a poco se va pareciendo a ese presentador de televisión ecuatoriana del programa “Haga Negocio Conmigo”, Polo Baquerizo, “….el eterno perdedor”.

El segundo, considerado el “outsider”, perteneciente a la nueva corriente de izquierdistas Latinoamericanos. Hijo de una clonación alegórica, cuyo padre ideológico es el Che Guevara, su hermano digno de seguir el ejemplo es Fidel Castro, ambición inyectada por Hugo Chávez y el espíritu de Evo Morales. Esta nueva corriente de izquierda Latinoamericana está basada en populismo puro y soportada en demagogia y verso para la burocracia ha llevado a estos delirantes gobernantes a convertirse en eternos investigadores de genealogía para determinar si alguno es hijo ilegítimo de Simón Bolívar. Sin duda, una vergonzosa mezcla digna de estudios profundos de psiquiatría en sus casos, y brutalidad colectiva en el caso de los pueblos que los eligieron.

No me extraña en absoluto, que más pueden pedir del votante ecuatoriano? Si ya eligió a Bucaram, ya eligió al golpista militar Gutiérrez, ya lo gobernó Alarcón, ya lo gobernó el cardiólogo Palacio. Que pueden pedir del votante ecuatoriano?

A pesar de lo que vimos el último mes al haber dejado para la recta final a estos dos individuos; pensé, ilusamente, que la brutalidad colectiva del elector ecuatoriano iba a encontrar un momento de lucidez ante las urnas el pasado domingo; evidentemente me equivoqué, pues el pueblo eligió al peor de todos, no de los dos; sino de TODOS. No podían haber hecho un mejor trabajo si querían destruir el país.

Espero ecuatorianos, que alguien les esté pagando para acabar con Ecuador. Muy buena elección y evidentemente lo están logrando rápidamente.