Amigos,
La saturación de información sobre la Asamblea, los amarres y arreglos de políticos con el gobierno-asamblea, las intromisiones en materia legislativa, y todo lo que el señor Correa topa con su mágica y talentosa forma de obrar sobre lo que no le incumbe y no le compete, nos tiene a todos los ecuatorianos pensantes un tanto agobiados.
Me encantaría que el pueblo de Ecuador, el de Venezuela, el de Nicaragua y el de Bolivia; que dicen ser pueblos creyentes y de profunda fe Cristiana, recuerden que uno de los mayores legados del Papa Juan Pablo II fue el haber terminado con el cáncer del comunismo en Europa del Este.
Sería bueno que muchos sacerdotes, quienes profesan la fe, tengan claro el mandato doctrinario del Vaticano, y no sean libres pensadores y profetas de sus propios sentimientos o percepciones. Eso, justamente eso, es lo que quiere Correa y lo que aprendió en su formación universitaria en Lovaina, escuela que ha gestado los peores y más torcidos pseudo-representantes de la fe.
Para poner en contexto, algunos de los individuos graduados en Lovaina, solo hace falta mencionar que Gustavo Gutiérrez; el sacerdote peruano fundador de la Teología de la Liberación es un ex alumno, y Camilo Torres Restrepo; el sacerdote colombiano que se convirtió en guerrillero del Ejército de Liberación Nacional, también es un ex-Lovaina. Dyab Abou Jahjah, un activista árabe que nació en Líbano y se mudó a Bélgica. Fue miembro activo de Hezbollah también compartió el Alma-Mater de Correa.
Con estos antecedentes ya se imaginarán hacia donde vamos con Correa, y como estará Juan Pablo II viendo como espectador la torpeza de los electores Latinoamericanos.
Me hace recordar esto al siguiente dibujo, que tiene un significado muy importante en lo que estamos diciendo, mientras expresa el nacimiento de algo bello mientras se desvanece el símbolo del comunismo representado por la oz y el martillo.
Reciban mis saludos y que Dios nos proteja de estos Lovainas.
Pedro Oliva
Un Ecuatoriano Responsable
La saturación de información sobre la Asamblea, los amarres y arreglos de políticos con el gobierno-asamblea, las intromisiones en materia legislativa, y todo lo que el señor Correa topa con su mágica y talentosa forma de obrar sobre lo que no le incumbe y no le compete, nos tiene a todos los ecuatorianos pensantes un tanto agobiados.
Me encantaría que el pueblo de Ecuador, el de Venezuela, el de Nicaragua y el de Bolivia; que dicen ser pueblos creyentes y de profunda fe Cristiana, recuerden que uno de los mayores legados del Papa Juan Pablo II fue el haber terminado con el cáncer del comunismo en Europa del Este.
Sería bueno que muchos sacerdotes, quienes profesan la fe, tengan claro el mandato doctrinario del Vaticano, y no sean libres pensadores y profetas de sus propios sentimientos o percepciones. Eso, justamente eso, es lo que quiere Correa y lo que aprendió en su formación universitaria en Lovaina, escuela que ha gestado los peores y más torcidos pseudo-representantes de la fe.
Para poner en contexto, algunos de los individuos graduados en Lovaina, solo hace falta mencionar que Gustavo Gutiérrez; el sacerdote peruano fundador de la Teología de la Liberación es un ex alumno, y Camilo Torres Restrepo; el sacerdote colombiano que se convirtió en guerrillero del Ejército de Liberación Nacional, también es un ex-Lovaina. Dyab Abou Jahjah, un activista árabe que nació en Líbano y se mudó a Bélgica. Fue miembro activo de Hezbollah también compartió el Alma-Mater de Correa.
Con estos antecedentes ya se imaginarán hacia donde vamos con Correa, y como estará Juan Pablo II viendo como espectador la torpeza de los electores Latinoamericanos.
Me hace recordar esto al siguiente dibujo, que tiene un significado muy importante en lo que estamos diciendo, mientras expresa el nacimiento de algo bello mientras se desvanece el símbolo del comunismo representado por la oz y el martillo.
Reciban mis saludos y que Dios nos proteja de estos Lovainas.
Pedro Oliva
Un Ecuatoriano Responsable
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