Paramilitares, han cometido un error… enmendar URGENTE!
Imagínense el portafolio de acusaciones que el gobierno ecuatoriano les va a poner en el proceso legal en contra de los pobres diablos, sospechosos de complot para asesinar a Su Majestad, Rafael Correa Delgado. Caramba, ¿qué importancia de Correa no? Han sido apresados en un hotel cerca del Palacio de Carondelet, procedían de Colombia y se presume son miembros de algún grupo paramilitar.
Por otro lado, y paralelamente, la ciudad de Rosario en Argentina se prepara, con bombos y platillos, con juegos pirotécnicos y globos, ollas encantadas y payasos; a conmemorar con carácter de Fiesta Nacional el 80 aniversario del nacimiento del maloliente guerrillero Ernesto Guevara de la Cerda. Al evento asistirán todos los partidarios, jóvenes y no tan jóvenes; gobernantes y gobernados, derechos humanos y teólogos de la liberación. Develarán una estatua del “Che” hecha en bronce por el artista argentino Andrés Zerneri con donaciones de más de 75,000 llaves que las fundieron para malgastar el metal en esta especie de idolatría.
Estos son los momentos en donde algún pasaje Bíblico debería repetirse, y me refiero a aquel que habla el libro de El Éxodo, capítulo 32. Es la historia en la que Moisés deja al pueblo hebreo y se dirige al monte Sinaí para recibir los Mandamientos. En los 40 días que estuvo ausente, Aaron, hermano de Moisés, accede con el pueblo a fundir las piezas de oro que traían consigo y construir un becerro para ser adorado, a manera de un dios. Me quedo mil veces como dios al Becerro de oro que al Che de bronce. Por lo menos es becerro es un animal noble, que provee alimento y vida. El otro es un completo animal, que entregó miseria, crueldad y muerte.
Me parece un momento genial, casi único en la historia, pues podría ser la reivindicación de los errores cometidos por las autodefensas. Los paramilitares podrían, al estilo Bíblico, hacer una operación de castigo ejemplar y destruir la estatua del dios Che, junto a sus precursores idólatras y seguidores estúpidos. Todos los asistentes necesitan ser castigados, unos por malos y otros por brutos. Habría que hacer un trabajo detallado en asegurarnos que no falte a la fiesta Chávez, Correa, Ortega, Morales, Raúl Castro, que estén en primera fila bien sentaditos para que cuando el metal de las 75,000 llaves del Che de bronce sea destruido, de una vez cierre con una cerradura definitiva la boca de los antipáticos asistentes e invitados de honor, es decir, del nuevo cáncer latinoamericano. Esto es como haber encontrado la cura para el sida y el cáncer en una sola dosis, es como la vacuna “Triple”.
Señores paramilitares, dejen de preocuparse de echar un tiro a Correa, hay temas mucho mas importantes que hacer, y tienen connotaciones regionales, no locales.
Cordiales Saludos,
Pedro Oliva
Un Ecuatoriano Responsable
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