PROPIEDAD PRIVADA

Estimados Amigos,

En realidad nada me sorprende del señor Correa. Lo que si me sigue sorprendiendo es la eficacia, casi magistral, en seguir y ejecutar los pasos de la receta del Socialismo del Siglo XXI. Chávez, el supuestamente mentor de Correa; va a quedar corto en ejecución frente a su pupilo. Lo que la revolución chavista ha hecho en Venezuela en 8 años, Correa va a lograr hacerlo en cortísimo tiempo. Nos acercamos muy rápidamente a cada uno de los hitos del plan, dando cumplimiento a todos los detalles tácticos, sin que se le pase uno solo.

Entre los importantes hitos del plan Socialismo XXI podemos nombrar algunos que Correa en menos de un año ya ha logrado hacer:

· Atacar sistemáticamente a la prensa y apoderarse de medios de comunicación (ej: La Hora, Telégrafo, prohibición de videos, etc).
· Empezar el proceso de estatización de recursos naturales (Con Oxy le ayudó el médico socialista Palacio. Decreto ejecutivo de 99% de excedentes petroleros para el Estado y 1% para la empresa privada, violando contratos existentes)
· Propiedad Privada: (Documento base de Constitución elaborado por la Comisión de Juristas. Adjunto artículo escrito por Carlos Larreátegui).
· Excluir al país de tratados internacionales de comercio: No firma de TLC, promover acuerdos con países comunistas. ej. Oficina comercial en Iran.
· Control sobre la banca nacional (destellos autoritarios se han visto ya)
· Asamblea Constituyente para controlar todo el Estado: Ya tiene una de esas y controla la mayoría absoluta de los votos.

Amigos, si este parásito troskiano y leninista fuera inteligente y usaría su capacidad y liderazgo para llevar el país al desarrollo, sin duda alguna se consagraría como el mejor presidente del Ecuador. Con la cruel y torpe receta del Socialismo XXI en su cabecita, sin duda llevará al país al descalabro total y la historia, a mediano y largo plazo; lo calificará como el mayor miserable que ha gobernado.

Saludos,

Pedro Oliva
Un Ecuatoriano Responsable


¿Y la propiedad privada?

Por Carlos Larreátegui
La Comisión de Juristas encargada de elaborar el proyecto de Constitución Política del Ecuador acaba de presentar un documento final que servirá de base para los trabajos y discusiones de la asamblea constituyente. El texto posee una enorme importancia, ya que el oficialismo lo acogerá como documento básico y , con seguridad, aprobará el grueso de sus disposiciones. Es imperativo, entonces, discutir sus contenidos y originar el debate que los candidatos a la asamblea rehuyeron.Los comisionados han introducido transformaciones importantes en las normas que regulan las relaciones entre Estado y sociedad. La nueva concepción de propiedad que aparece en el Proyecto, introduce elementos que causarían enorme inseguridad jurídica y graves costos para el Ecuador. Efectivamente, de conformidad con el artículo 33 del Proyecto, el Estado garantizará únicamente la propiedad que cumpla una función social en los términos definidos por la Ley. En otras palabras, el Congreso Nacional definirá los alcances de la función social de la propiedad y las reglas de expropiación.No existen dudas de que la propiedad tiene una función social y que debe orientarse hacia el bien común. Al mismo tiempo, la propiedad individual es una expresión de libertad y éxito económico, en contraste con la propiedad colectiva, expresión de esclavitud y fracaso. La historia prueba que el desarrollo exitoso de una sociedad pasa por la formación de un capital democrático basado en la propiedad privada y en reglas claras que la protejan. La apertura progresiva hacia la propiedad individual en países comunistas como China o Vietnam recoge las lecciones de la historia y el enorme valor de esta institución económica. Dejar en manos del Congreso el alcance del derecho de propiedad es un serio, muy serio, error de juicio. Por la forma en que se manejan las leyes en el Ecuador, no resultaría difícil que inauguremos un concepto de propiedad cada cuatro años. Las cargas subjetivas y los intereses de algunos legisladores crearían teorías estrafalarias sobre la función social de la propiedad y levantarían amenazas en contra de esta institución que hoy, más que nunca, exige protección del Estado. ¿Qué pasaría con un propietario que tiene dos inmuebles o dos vehículos, si un Congreso decide que uno resulta suficiente? Que pasaría con un agricultor enfermo o anciano que no puede producir su tierra? El concepto de propiedad dependería de la mayoría legislativa de turno y ello limitaría severamente la formación de capital y la creación de nueva riqueza.Habría sido más democrático que la Comisión garantizara un acceso más amplio a la propiedad mediante la destrucción de los monopolios y oligopolios que mantienen secuestrada a la economía ecuatoriana. En otras palabras, los Comisionados debieron reforzar el concepto de propiedad privada en favor de los ciudadanos y no debilitarlo en beneficio de los monopolios públicos y privados. Ha vuelto a ganar el poderoso Estado y todos sus protegidos.